Aunque pequeño en tamaño, Tlaxcala es un gigante cultural que guarda tesoros únicos. Desde sus zonas arqueológicas hasta sus tradiciones vivas, este estado ofrece experiencias que combinan historia, naturaleza y espiritualidad. Su capital, con su encantador Centro Histórico, sirve como punto de partida para descubrir por qué Tlaxcala es uno de los destinos más subestimados de México.
Cacaxtla: Donde los murales prehispánicos cobran vida
A pocos kilómetros de la ciudad se encuentra la Zona Arqueológica de Cacaxtla, un antiguo centro ceremonial que sorprende por:
- Murales coloridos que muestran escenas de guerra y rituales, considerados de los mejor preservados del México prehispánico.
- Una estructura metálica moderna que protege los vestigios, permitiendo admirarlos sin dañarlos.
- Edificios superpuestos que revelan distintas etapas de ocupación olmeca-xicalanca.
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Magia natural: El espectáculo de las luciérnagas
Entre junio y agosto, el bosque de Nanacamilpa se transforma en un escenario mágico cuando miles de luciérnagas iluminan la noche con su danza nupcial. Este fenómeno atrae a visitantes de todo el mundo y es una oportunidad única para:
- Conectar con la naturaleza en santuarios ecoturísticos.
- Disfrutar de caminatas nocturnas guiadas.
- Apoyar el turismo sostenible en comunidades locales.
Fe y arte sacro: El otro rostro de Tlaxcala
El estado también es un referente de turismo religioso, con joyas arquitectónicas como:
- Basílica de Ocotlán: Famosa por su imagen milagrosa y su fachada churrigueresca.
- Catedral de la Asunción: Una de las primeras en América, con detalles renacentistas.
- Iglesia de San José: Ejemplo del barroco tlaxcalteca.
¿Cuál es la mejor época para visitar Tlaxcala?
Todo el año, pero destacan:
- Junio-agosto: Temporada de luciérnagas en Nanacamilpa.
- Septiembre: Fiestas patrias y ferias tradicionales.
- Diciembre: Nochebuenas y posadas en el Centro Histórico.
Tlaxcala demuestra que lo pequeño puede ser grandioso. ¿Listo para explorar sus secretos arqueológicos, maravillas naturales y legado colonial? ¡Cuéntanos qué te gustaría conocer primero!
